Salmo 23:1 — Si el Señor es mi Pastor, ¿de qué podría carecer?

Introducción: Cuando la simpleza revela profundidad

Hay pasajes de la Biblia que parecen tan sencillos que podríamos pasarlos por alto. Versículos que se aprenden en la infancia, que se recitan de memoria, que se ven bordados en mantas o colgados en cuadros en las casas. Salmo 23:1 es uno de ellos.

Pero bajo esa simplicidad hay una profundidad que toca cada área de nuestra vida.

Este versículo no es solo una afirmación poética. Es una declaración de identidad, de confianza, de fe viva. Es la voz de alguien que ha sido perseguido, humillado, fortalecido y restaurado… y que aun así puede decir con total seguridad:
“Nada me falta.”

Por eso lo elegí para desglosarlo contigo, palabra por palabra.
Porque cuanto más lo miramos, más descubrimos.
Y cuanto más lo entendemos, más aprendemos a descansar en Dios.

El versículo (NVI)

“El Señor es mi pastor, nada me falta.”
— Salmo 23:1 (NVI)

Antes de entenderlo… necesitamos ubicarnos

Salmo 23 fue escrito por David. Él no solo fue rey, músico y guerrero, sino también pastor de ovejas en su juventud.
Sabía, por experiencia, lo que significa cuidar, guiar y proteger a un rebaño.
Y también sabía lo que significa ser guiado por Dios en los valles y las alturas de la vida.

Cuando David llama a Dios su Pastor, no está usando una metáfora bonita. Está hablando desde una vivencia íntima.
Por eso, desglosar este versículo nos permite ver más allá de la frase conocida, y entrar en la relación personal y profunda que David tenía con el Señor.

Desglose palabra por palabra

A veces, al leer un versículo, sentimos que lo entendemos… pero cuando lo miramos con calma, descubrimos que cada palabra tiene más peso del que imaginábamos. Este desglose nos ayuda a ver con más claridad lo que Dios quiso decirnos desde el principio.

“El Señor…”

Hebreo: יְהוָה (YHWH, pronunciado: Adonái por reverencia)

  • יְהוָה (YHWH): Este es el Nombre sagrado de Dios. En la tradición hebrea, por respeto, no se pronunciaba, y en su lugar se decía Adonái (“Señor”, “Mi Soberano”).

     

  • Representa al Dios eterno, inmutable, autoexistente.

     

  • Es el mismo que se reveló a Moisés en la zarza como “Yo soy el que soy” (Éxodo 3:14).

     

David no dice “un dios”, sino el Señor: el Dios eterno, soberano, personal.
Aquel que no cambia, no falla y no abandona.

“es mi pastor…”

Hebreo: רֹעִי (ro’í, pronunciado: ro-ee)

  • Deriva del verbo רָעָה (ra‘áh): “guiar, alimentar, cuidar, proteger”.

     

  • רֹעִי (ro’í): significa “mi pastor”, haciendo énfasis en una relación personal, constante y cercana.

     

No dice “el pastor”, sino “mi pastor”. Es una relación diaria.
Un vínculo de dependencia, de confianza, de cuidado mutuo.

El pastor no abandona a sus ovejas. Las busca, las llama por nombre, las guía con amor y las defiende con firmeza.

“nada me falta.”

Hebreo: לֹא אֶחְסָר (lo ekh-sar)

  • לֹא (lo): “no”

     

  • אֶחְסָר (ekh-sar): viene del verbo חָסֵר (jasér) que significa “carecer”, “estar vacío”, “tener necesidad”.

     

Esta expresión no habla de tener lujos o caprichos. Habla de no carecer de lo necesario, de estar completo bajo el cuidado del Pastor.

David no está escribiendo desde la abundancia material. Está hablando desde una profunda paz espiritual: “Mientras Él me guíe, nada esencial me falta.”

Entonces, ¿qué nos dice realmente este versículo?

Después de ver el sentido profundo de cada palabra, volvamos a leer este versículo con una perspectiva más completa:

“El Señor es mi pastor, nada me falta.”

No es solo una frase bonita o repetida. Es una declaración de dependencia, confianza y pertenencia. Y a lo largo de toda la Biblia, Dios se presenta como nuestro pastor, guía y proveedor fiel. Veamos algunos pasajes que reafirman esta imagen de cuidado.

Concordancia con otros pasajes

Juan 10:11

“Yo soy el buen pastor. El buen pastor da su vida por las ovejas.”
Jesús se presenta como el cumplimiento perfecto de esta imagen.
No es un pastor más: es el Pastor que muere por su rebaño.

Filipenses 4:19

“Así que mi Dios les proveerá de todo lo que necesiten, conforme a las gloriosas riquezas que tiene en Cristo Jesús.”
La promesa de provisión no está en la abundancia material, sino en la fidelidad de un Dios que cuida de los suyos.

Isaías 40:11

“Como un pastor que cuida su rebaño, recoge los corderos en sus brazos, los lleva junto a su pecho, y guía con cuidado a las recién paridas.”
Un retrato tierno y poderoso del carácter de Dios: cercano, tierno y protector.

Mateo 6:31-33

“Así que no se preocupen diciendo: ‘¿Qué comeremos?’ o ‘¿Qué beberemos?’ o ‘¿Con qué nos vestiremos?’… Su Padre celestial sabe que ustedes necesitan todo esto.”
Cuando Dios es nuestro Pastor, podemos soltar la ansiedad.
Él sabe lo que necesitamos y no nos abandona.

Reflexión final

Salmo 23:1 es una oración de confianza radical.

David no escribe esto cuando todo está bien.
Lo hace con la plena conciencia de que la vida trae valles oscuros, enemigos, escasez, batallas y pérdidas.

Y aun así, su mirada está fija en una verdad mayor:

  • No estoy solo.
  • No estoy desprotegido.
  • No estoy a la deriva.

     

Porque el Señor es mi Pastor, entonces nada me falta. Ni hoy. Ni mañana. Ni en la eternidad.

¿Quién es tu pastor?
¿Quién te guía cuando estás confundida?
¿Quién te alimenta cuando estás vacía?
¿Quién te defiende cuando estás herida?

Hoy puedes hacer de este versículo tu oración:
“Señor, yo también quiero llamarte mi Pastor. Guíame, provéeme, protégeme. No necesito más que estar contigo.”


Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo