
Introducción: Cuando la mentira se vuelve parte del paisaje
En el mundo actual, decir la verdad parece opcional. Se espera que ocultemos, suavicemos, editemos. Mentimos para no herir, para no perder, para no quedar mal. Y con el tiempo, la mentira deja de doler… se normaliza.
Pero ¿qué piensa Dios de esto?
La Biblia no trata la mentira como algo menor. No la tolera, no la minimiza, no la excusa. Y uno de los versículos más directos sobre este tema está en el libro de Proverbios:
“El Señor aborrece a los labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad.”
— Proverbios 12:22 (NVI)
Este versículo no es solo una advertencia ética. Es una ventana al corazón de Dios. Lo que decimos, y cómo lo decimos, tiene implicancias espirituales profundas.
Hoy vamos a desglosar esta poderosa declaración de sabiduría bíblica, palabra por palabra, para entender por qué vivir en la verdad no es una sugerencia… sino una forma de agradar a Dios.
El versículo (NVI)
“El Señor aborrece a los labios mentirosos, pero se complace en los que actúan con lealtad.”
— Proverbios 12:22 (Nueva Versión Internacional)
¿Antes de entenderlo… necesitamos ubicarnos?
El libro de Proverbios fue escrito como un manual práctico para formar una vida sabia, justa, íntegra y temerosa de Dios. Cada frase busca modelar el carácter y la conducta del creyente en su vida diaria.
En el capítulo 12, se contrasta constantemente al justo con el malvado, al sabio con el necio, al que dice la verdad con el que engaña. Y en este versículo particular, Dios revela su posición innegociable frente a la mentira.
Aquí no se habla de “mentiritas blancas”, sino de una línea directa:
Lo falso ofende a Dios. Lo verdadero le agrada.
Desglose palabra por palabra
Vamos a sumergirnos en el texto hebreo original para captar el peso espiritual de cada palabra.
“El Señor aborrece a los labios mentirosos…”
Hebreo:
תּוֹעֲבַת יְהוָה שִׂפְתֵי־שָׁקֶר
(toevat YHWH siftei–sháker)
- תּוֹעֲבַת (toevat): significa “abominación, algo repulsivo, detestable”. En la Escritura, se usa para describir actos que Dios rechaza profundamente (Levítico 18:22; Deuteronomio 7:25). No es un simple disgusto. Es una repulsión divina.
- יְהוָה (YHWH): el nombre sagrado de Dios. No es solo una norma moral. Es una ofensa directa al carácter de Dios, que es verdad absoluta (Juan 14:6).
- שִׂפְתֵי שָׁקֶר (siftei sháker): literalmente “labios de mentira”. En el lenguaje hebreo, los labios representan el habla pública, lo que uno comunica al mundo. Sháker implica mentira deliberada, con intención de engañar.
Dios no tolera lo falso, porque Él es Verdad.
“…pero se complace en los que actúan con lealtad.”
Hebreo:
וְעֹשֵׂי אֱמוּנָה רְצוֹנוֹ
(ve’oséi emunáh retzonó)
- וְעֹשֵׂי (ve’oséi): “los que hacen, practican”. No se trata de creencias internas solamente, sino de acciones visibles y constantes.
- אֱמוּנָה (emunáh): una palabra riquísima. Significa “fidelidad, integridad, verdad vivida”. Deriva de la misma raíz que “amén” (אָמֵן), que implica firmeza y fiabilidad. Es alguien confiable, verdadero, íntegro.
- רְצוֹנוֹ (retzonó): “su deleite, su agrado”. Esta palabra expresa placer íntimo, gozo genuino. No es solo “aprobación”. Es que Dios se goza profundamente cuando ve a sus hijos vivir con integridad.
A Dios no solo le importa lo que decimos. Le importa lo que somos.
Entonces, ¿qué nos dice realmente este versículo?
Este pasaje es un contraste absoluto:
- Una vida de mentira es aborrecida por Dios.
- Una vida de integridad le da placer.
No hay zona gris.
No hay mentiras justificadas ante el trono de un Dios Santo.
Tampoco hay fidelidad desapercibida: Dios la ve… y se deleita.
Este versículo también denuncia algo más profundo:
Cuando mentimos, no solo afectamos a otros… nos oponemos al carácter de Dios. Jesús dijo:
“Cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es mentiroso. ¡Es el padre de la mentira!”
— Juan 8:44
El mentiroso se alinea con Satanás, no con Dios.
Pero cuando alguien actúa con fidelidad, aunque nadie lo vea, Dios sonríe. Porque está viendo reflejado algo de Su verdad en nosotros.
Concordancia con otros pasajes
Efesios 4:25
“Por lo tanto, dejando la mentira, hable cada uno a su prójimo con la verdad, porque todos somos miembros de un mismo cuerpo.”
En el cuerpo de Cristo, la verdad es esencial. No solo es virtud… es necesidad vital para la unidad.
Salmo 15:1–2
“¿Quién, Señor, puede habitar en tu santuario? […] El que actúa con integridad y hace justicia, el que dice la verdad de corazón.”
La comunión con Dios no se basa en apariencias religiosas, sino en una vida verdadera.
Colosenses 3:9–10
“No se mientan los unos a los otros, ahora que se han quitado el ropaje de la vieja naturaleza […] y se han puesto el de la nueva naturaleza.”
Mentir pertenece al “viejo yo”. La nueva vida en Cristo es una vida de verdad.
Proverbios 6:16–19
“Hay seis cosas que el Señor aborrece, y siete que le son detestables: […] el testigo falso que esparce mentiras.”
Dios no tolera la falsedad en ninguna forma. La mentira es abominación… siempre.
Reflexión final
Proverbios 12:22 no es solo una advertencia ética.
Es un llamado espiritual a vivir de acuerdo al carácter del Dios que decimos representar.
Dios no se impresiona con discursos religiosos si nuestros labios practican el engaño. Él busca integridad, verdad, fidelidad… porque Él mismo es Verdad.
Y cuando vivimos así —cuando hacemos de la verdad nuestra forma de hablar y actuar— no solo evitamos el pecado…
Le damos placer al corazón de Dios.
Hoy puedes hacer esta oración:
“Señor, purifica mis labios. Haz que mi corazón aborrezca la mentira como tú la aborreces. Enséñame a actuar con fidelidad, a vivir con integridad y a reflejar tu carácter en todo lo que digo y hago. Que mi vida sea un deleite para ti. En el nombre de Jesús. Amén.”
Relacionado
Descubre más desde Christ Reigns Media
Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.