Moisés — El libertador escogido por Dios

¿Por qué estudiar la vida de Moisés?

A veces nos sentimos incapaces.
Inseguros.
Con un pasado que pesa, con palabras que tartamudean, con miedos que nos paralizan.

Y sin embargo, Dios llama a personas así.
Porque no busca voces perfectas, sino corazones dispuestos.

Estudiar la vida de Moisés es mirar cómo Dios puede transformar al más inseguro en líder, al más perseguido en libertador, y al más débil en siervo fiel.

Es ver que la historia no la escribe la comodidad, sino la obediencia.

Biografía breve

  • Nombre: Moisés (en hebreo Mosheh) — Significa: “sacado de las aguas”.
  • Padres: Amram y Jocabed, de la tribu de Leví.
  • Nacimiento: Aproximadamente en el año 1520 a.C. en Egipto.
  • Muerte: A los 120 años, en el monte Nebo, sin entrar a la tierra prometida (Deuteronomio 34:5).
  • Esposa: Séfora, hija de Jetró (sacerdote madianita).
  • Hijos: Gersón y Eliezer.

¿Qué pasaba en el mundo cuando nació Moisés?

Moisés nació en un Egipto poderoso y pagano, en tiempos en que el faraón había ordenado matar a todos los varones hebreos por temor a su crecimiento.

En otras partes del mundo:

  • China entraba en la dinastía Shang.
  • Babilonia seguía siendo un centro cultural y comercial.
  • Grecia aún no florecía como civilización.
  • En América, se desarrollaban culturas como la olmeca.

Pero en medio de ese mundo, un bebé hebreo fue puesto en una canasta, y Dios ya tenía preparado su destino.

¿Por qué es importante Moisés en la Biblia?

Porque fue el instrumento que Dios usó para liberar a su pueblo de la esclavitud.
Fue el mediador del pacto, el legislador que recibió los Diez Mandamientos, el hombre que vio la zarza ardiendo, abrió el mar, golpeó la roca, y habló cara a cara con Dios.

Moisés representa:

  • La liberación del pecado (como salida de Egipto),
  • La dirección divina (columna de nube y fuego),
  • Y la ley que revela la voluntad de Dios.

Jesús mismo dijo:

“Si creyeran a Moisés, me creerían a mí, porque él escribió acerca de mí.” — Juan 5:46 (NVI)

¿Qué posición tenía en su sociedad?

Moisés fue criado como príncipe en el palacio del faraón, con acceso a la mejor educación y privilegios.

Pero eligió dejar el lujo para identificarse con su pueblo esclavizado (Hebreos 11:24-26).
Pasó de ser noble egipcio a pastor en el desierto, y luego a líder de una nación.

No fue reconocido por su posición… sino por su obediencia radical.

¿Cómo era su personalidad?

Moisés fue:

  • Temeroso al principio: dudó, tartamudeó, quiso huir del llamado (Éxodo 3–4).
  • Apasionado por la justicia: defendió a su pueblo desde joven.
  • Paciente y firme: guió al pueblo por 40 años de quejas y rebeldía.
  • Intercesor fiel: rogó a Dios por el pueblo incluso cuando merecía juicio (Éxodo 32:11-14).
  • Humilde: fue llamado “el hombre más humilde sobre la tierra” (Números 12:3).
  • Cercano a Dios: hablaba con Él como con un amigo (Éxodo 33:11).

No fue perfecto. Desobedeció golpeando la roca en vez de hablarle (Números 20), y por eso no entró a la tierra prometida.
Pero perseveró hasta el final, y Dios mismo lo enterró (Deuteronomio 34:6).

¿Por qué será recordado siempre?

Por ser el libertador valiente, el siervo obediente, el profeta fiel.
Será recordado como el que extendió su mano y abrió el mar, pero también como el que se arrodilló y oró por otros.

Moisés formó una nación, no por poder humano, sino por dependencia total de Dios.

¿Qué ejemplo podemos aprender de él?

  • Que Dios usa nuestra debilidad como instrumento de su poder.
  • Que la formación en el desierto prepara para el llamado.
  • Que obedecer cuesta, pero vale la pena.
  • Que la intimidad con Dios es más valiosa que cualquier tierra prometida.
  • Que la fe se demuestra en la perseverancia diaria.

Pasaje clave

“Mi presencia irá contigo, y te daré descanso.”
Éxodo 33:14 (NVI)

¿Cómo fue su relación con Dios?

Profunda. Íntima. Constante.

Moisés subía al monte para recibir palabra.
Entraba al tabernáculo para hablar con Dios.
Rogaba por su pueblo. Escuchaba. Obedecía. Se postraba.

Dios lo eligió, lo transformó, y lo usó como canal para guiar a toda una nación.
Nadie más en el Antiguo Testamento tuvo una relación con Dios tan cercana y tan visible como Moisés.

¿Qué haría Moisés hoy?

Renunciaría a la comodidad por obedecer el llamado.
Lucharía por los oprimidos.
Buscaría a Dios en la intimidad.
No se dejaría llevar por las redes ni por la fama, sino que caminaría por fe en medio de un mundo que vive esclavizado.

Y tal vez, con voz temblorosa, volvería a decir:

“¿Quién soy yo, Señor?”
Y Dios respondería:
“Yo estaré contigo.”

Oración

Señor, quiero tener un corazón como el de Moisés.
Que no huya del llamado, aunque tiemble.
Que te busque, que te escuche, que te obedezca.
Llévame a lo profundo. Llévame al monte.
Y cuando dude, recuérdame que tu presencia es todo lo que necesito.
Amén.

Para meditar esta semana

  • Éxodo 3:12 — “Yo estaré contigo…”
  • Números 12:3 — “Moisés era muy humilde, más que cualquier otro sobre la tierra.”
  • Hebreos 11:27 — “Por la fe salió de Egipto, sin tenerle miedo al rey; se mantuvo firme, como si estuviera viendo al Invisible.”

“Moisés no fue grande por su voz… sino por su obediencia al Dios que lo llamó.”


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