¿Fundó Jesús la Iglesia Católica? Lo que dice la historia

¿Fundó Jesús la Iglesia Católica?

Cuando Jesús caminó por la tierra, no vino a fundar una institución humana.
No vino a crear una jerarquía política.
Vino a salvar a los perdidos y a formar un cuerpo de creyentes que serían Su iglesia viva.

Jesús mismo dijo:

“Yo edificaré mi iglesia, y las puertas del Hades no prevalecerán contra ella.”
— Mateo 16:18 (NVI)

Ahora bien, surge una pregunta importante:

  • ¿Fundó Jesús la Iglesia Católica como la conocemos hoy?

  • ¿O cómo surgió esa estructura que dominó el mundo durante siglos?

Vamos a recorrerlo paso a paso, con verdad y respeto.

¿Qué quiso decir Jesús en Mateo 16:18?

Cuando Jesús le dijo a Pedro:

“Tú eres Pedro, y sobre esta roca edificaré mi iglesia.”

¿Estaba designándolo como “papa” en el sentido moderno?

La respuesta está en el mismo pasaje:

  • La palabra Pedro (Petros) significa piedrecita.

  • La palabra roca (Petra) significa gran roca, fundamento firme.

¿Cuál es la gran roca sobre la cual Jesús edificaría Su iglesia?
No era la persona de Pedro,
sino la confesión que Pedro acababa de hacer:

“Tú eres el Cristo, el Hijo del Dios viviente.”
— Mateo 16:16 (NVI)

La Iglesia se edifica sobre Cristo, el Hijo de Dios,
no sobre un hombre. Esto es confirmado por otros pasajes:

“Nadie puede poner otro fundamento diferente del que ya está puesto, que es Jesucristo.”
— 1 Corintios 3:11 (NVI)

Pedro tuvo un rol importante,
pero él mismo jamás se llamó a sí mismo “Papa,”
ni fue considerado así por la iglesia primitiva.

¿Cómo era la Iglesia Primitiva?

La Iglesia de los primeros siglos (siglo I y II) era simple, humilde, perseguida.

  • No tenía templos fastuosos, sino casas donde se reunían.

  • No había jerarquías imperiales; había ancianos y diáconos al servicio de las comunidades.

  • No imponían estructuras humanas; predicaban el Evangelio puro.

La fe crecía de corazón a corazón,
por el poder del Espíritu Santo,
sin estructuras políticas ni estados oficiales.

Los cristianos eran perseguidos, marginados y torturados,
pero su fe se mantenía pura y ferviente.

¿Cuándo cambia todo? El papel de Constantino

Durante más de 250 años, los cristianos fueron perseguidos brutalmente por el Imperio Romano.
Ser cristiano era ilegal.
Muchos murieron como mártires.

Todo cambió en el año 313 d.C., cuando el emperador romano Constantino firmó el Edicto de Milán,
legalizando el cristianismo.

Más tarde, Teodosio I (en 380 d.C.) declaró al cristianismo como religión oficial del Imperio Romano.

Esto trajo consecuencias enormes:

  • Miles comenzaron a llamarse “cristianos” por motivos políticos, no espirituales.

  • La Iglesia comenzó a adoptar estructuras de poder y prestigio.

  • Obispos se transformaron en figuras de autoridad política.

  • Surgieron ceremonias y rituales que no estaban en la Biblia.

Fue entonces cuando el cristianismo original se mezcló peligrosamente con el poder político
y comenzó a nacer lo que conocemos hoy como la estructura de la Iglesia Católica Romana.

¿Qué significa “católica”?

La palabra católica en griego (katholikos) significa “universal.”
Inicialmente, se usaba para referirse a la iglesia de todos los creyentes en todas partes.
No era un nombre de una denominación específica.

Fue mucho después, al institucionalizarse la fe en Roma,
que “católica” pasó a significar una organización religiosa concreta, ligada a la autoridad papal.

¿Cómo llegó Roma a ser el centro?

  • Roma era la capital del Imperio.

  • Según la tradición, Pedro y Pablo murieron allí como mártires.

Esto le dio a Roma un estatus especial en el mundo cristiano antiguo.

Con el tiempo, el obispo de Roma reclamó más autoridad que otros obispos,
y finalmente surgió la figura del Papa como cabeza suprema de la Iglesia Católica.

Pero esta idea no existía en los primeros tiempos de la fe cristiana.

¿Qué dice la Biblia?

En toda la Biblia:

  • Jesús es el único fundamento de la Iglesia.

  • Cada creyente tiene acceso directo a Dios por medio de Cristo, sin intermediarios humanos.

“Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre.”
— 1 Timoteo 2:5 (NVI)

La verdadera Iglesia no es una institución terrenal.
Es el conjunto de todos los que han nacido de nuevo en Cristo.

No depende de títulos, ropas, ni sedes humanas.
Depende de una fe viva en el Hijo de Dios.

Una reflexión para hoy

Cuando leas la historia, recuerda:
No se trata de despreciar a las personas que forman parte de una tradición,
sino de buscar la verdad que Jesús nos dejó.

Él nunca llamó a construir un imperio religioso.
Él llamó a formar una familia de hijos redimidos.

Él sigue llamándote hoy:

“Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
— Juan 8:32 (NVI)

Y cuando estés cansado de sistemas humanos que pesan en el alma,
escucha Su voz:

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.”
— Mateo 11:28 (NVI)

Cristo es la Roca.
Cristo es la Cabeza.
Cristo es el Camino.

La historia puede dividir, pero Jesús une.
Lee el Evangelio de Juan y conoce al verdadero Fundador de la fe.

 


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