Efesios 2:8-9 — No se trata de merecer, sino de recibir

Introducción: Cuando sentimos que no somos suficientes

Todas, en algún momento, hemos pensado: “¿Estoy haciendo lo suficiente para agradar a Dios?” O incluso: “¿Me amará así como soy?” En un mundo donde todo se gana, se mide o se paga, cuesta creer que Dios actúe de otra forma.

Pero en Efesios 2:8-9, el apóstol Pablo nos recuerda con fuerza y claridad que la salvación no se gana: se recibe. Es un regalo, no un premio. Y como todo regalo verdadero, nace del amor, no del mérito.

Hoy vamos a detenernos en este pasaje para recordar lo más esencial de nuestra fe: Dios nos salvó por gracia, no por lo que hacemos, sino por lo que Él hizo por nosotras.

El versículo (NVI)

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”
— Efesios 2:8-9 (NVI)

Antes de entenderlo… necesitamos ubicarnos

La carta a los Efesios resalta la grandeza de Dios y su plan eterno para la humanidad. En el capítulo 2, Pablo describe cómo estábamos espiritualmente muertos, pero Dios nos dio vida por medio de Cristo.

No fue por nuestro esfuerzo, ni por nuestra justicia. Fue por gracia, una palabra que lo cambia todo. Vamos a desglosar este versículo para entender esa gracia no como un concepto teológico, sino como una realidad viva que nos transforma.

Desglose palabra por palabra

A veces, una sola palabra puede cambiarlo todo.
Por eso, en este espacio vamos a detenernos con calma, mirando cada expresión con la atención que merece. No se trata de hacer un estudio técnico, sino de escuchar con el corazón lo que Dios quiso decirnos desde el principio, con intención, con amor, y sin apuro.

“Porque por gracia ustedes han sido salvados…”

Griego: τῇ γὰρ χάριτί ἐστε σεσῳσμένοι (tē gar cháriti este sesōsmenoi)

  • cháriti: “por gracia, favor inmerecido, bondad sin condición”.
    No es algo que merecemos. Es el regalo escandaloso del amor de Dios.


  • este sesōsmenoi: “han sido salvados”, en tiempo perfecto.
    Indica una acción completa y permanente. Ya ocurrió y sigue teniendo efecto hoy.

“mediante la fe…”

Griego: διὰ πίστεως (dià písteōs)

  • písteōs: “fe, confianza plena, entrega de corazón”.
    No se trata solo de creer que Dios existe, sino de confiar profundamente en lo que Él ha hecho por ti.

“esto no procede de ustedes…”

Griego: καὶ τοῦτο οὐκ ἐξ ὑμῶν (kai toûto ouk ex hymōn)

  • ouk ex hymōn: “no viene de ustedes, no nace de su capacidad o esfuerzo”.
    Dios no nos salva por lo que hacemos, sino a pesar de lo que no podemos hacer.

“sino que es el regalo de Dios…”

Griego: θεοῦ τὸ δῶρον (theoû to dôron)

dôron: “regalo, dádiva, presente ofrecido libremente”.
La salvación no se compra ni se gana, se recibe con manos abiertas.

“no por obras, para que nadie se jacte.”

Griego: οὐκ ἐξ ἔργων, ἵνα μή τις καυχήσηται (ouk ex érgōn, hína mē tis kauchēsētai)

  • érgōn: “obras, acciones, méritos humanos”.
    No importa cuán bueno quieras ser: no es por lo que haces, sino por lo que Él hizo.


  • kauchēsētai: “se jacte, se enorgullezca, se atribuya el crédito”.
    La gracia elimina el orgullo espiritual. Nos deja solo con gratitud.

Entonces, ¿qué nos dice realmente este versículo?

“Porque por gracia ustedes han sido salvados mediante la fe; esto no procede de ustedes, sino que es el regalo de Dios, no por obras, para que nadie se jacte.”

Este versículo resume el Evangelio en pocas palabras: Dios nos da lo que no merecemos, porque nos ama más de lo que entendemos. No tenemos que probar nuestro valor. Solo tenemos que recibir su amor.

Y como toda verdad que viene del corazón de Dios,
la Biblia la confirma y la afirma en muchos otros pasajes.
La gracia no es un plan de emergencia, es el plan original.

Concordancia con otros pasajes

Tito 3:5

“Él nos salvó, no por nuestras propias obras de justicia, sino por su misericordia.”

Romanos 3:24

“Pero por su gracia son justificados gratuitamente mediante la redención que Cristo Jesús efectuó.”

2 Timoteo 1:9

“Nos salvó y nos llamó a una vida santa, no por nuestras propias obras, sino por su propia determinación y gracia.”

Reflexión final

Efesios 2:8-9 es una invitación a descansar.
A dejar de intentar “ganar” el amor de Dios.
A recordar que Él ya nos lo dio, completo y eterno, en Jesús.

  • No necesitas hacer más para ser amada o amado.

  • No tienes que demostrar nada para ser salvada o salvado.

  • Solo necesitas abrir las manos y recibir.

¿Todavía estás intentando “merecer” lo que Dios quiere darte gratis?
¿Y si hoy decides simplemente recibir su gracia con gratitud y fe?

Hoy puedes orar así:

“Señor, gracias porque no tengo que ganarme tu amor.
Gracias porque me salvaste por tu gracia, no por mis méritos.
Hoy quiero dejar de correr tras tu aprobación,
y empezar a caminar en tu aceptación.
Amén.”

 


Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo