¿Cuál es mi propósito?

¿Alguna vez te has detenido a preguntarte: “¿Por qué estoy aquí? ¿Qué sentido tiene todo esto?”
No una pregunta teórica, sino un grito silencioso que brota cuando la rutina te pesa, cuando lo que haces no llena tu alma, o cuando tu vida parece ir en piloto automático.

Tal vez te lo planteaste después de años de estudio que hoy no usas, o de un trabajo que no se parece en nada a lo que soñaste.
Tal vez incluso te preguntaste:
¿Me equivoqué de camino? ¿Esto agrada a Dios?
¿Estoy donde debería estar… o simplemente estoy existiendo?

Y si ni siquiera tienes una relación con Dios, quizás la pregunta suena más desgarradora aún:
¿Entonces… para qué estoy en este mundo?

No estás solo.
Estas preguntas no son señal de debilidad. Son señal de que hay un alma despierta.
Y en medio de ellas, Dios no se esconde… Dios responde.

Hay misterios que Dios guarda… y verdades que nos revela

La Biblia no nos ofrece un esquema detallado de cada paso que daremos.
No nos da un mapa completo.
Pero nos da algo mejor: la presencia del Guía.

“El Señor nuestro Dios nos ha reservado secretos que nadie conoce. A nosotros y a nuestros descendientes nos dio a conocer todas estas instrucciones, para que las obedezcamos siempre.”
Deuteronomio 29:29 (NVI)

No entenderás todo, pero Dios ya te dio lo que necesitas para caminar con propósito.
No es control lo que necesitas, es confianza.

Tu propósito no comienza con lo que haces, sino con quién eres

Aquí está una de las verdades más liberadoras del Evangelio:
Tu propósito no depende de tu profesión, ni de tu título, ni de tus logros.

Tu propósito comienza en Cristo.

“Porque somos hechura de Dios, creados en Cristo Jesús para buenas obras, las cuales Dios dispuso de antemano a fin de que las pongamos en práctica.”
Efesios 2:10 (NVI)

Fuiste creado con intención.
Tu vida tiene diseño.
Y tu propósito no se pierde ni se borra solo porque hoy no lo ves con claridad.

“Confía en el Señor de todo corazón, y no en tu propia inteligencia. Reconócelo en todos tus caminos, y él allanará tus sendas.”
Proverbios 3:5–6 (NVI)

El propósito no es una respuesta que te llega de golpe.
Es una luz que se enciende paso a paso, mientras caminas con Dios.

¿Y si siento que me equivoqué de camino?

Es común dudar.
Más común de lo que se confiesa.
Hay temporadas donde todo parece fuera de lugar.
Decisiones que ahora cuestionas. Caminos que hoy parecen callejones sin salida.

Pero eso no significa que estás fuera del alcance de Dios.

“Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, los que han sido llamados de acuerdo con su propósito.”
Romanos 8:28 (NVI)

Él no desperdicia nada.
Ni siquiera tus errores.
Ni siquiera los pasos torcidos.
Ni siquiera las decisiones que hoy lamentas.

En manos humanas, el error es caída.
En manos de Dios, el error es transformación.

Incluso tus equivocaciones pueden ser usadas para formar tu carácter, enseñarte humildad y redirigirte con compasión.
Nada se pierde cuando estás en Sus manos.

“El Señor afirma los pasos del hombre cuando le agrada su modo de vivir; aunque tropiece, no caerá, porque el Señor lo sostiene de la mano.”
Salmo 37:23–24 (NVI)

¿Cómo descubro mi propósito?

No es una fórmula. Es una relación.

Dios no te da un mapa completo… te ofrece Su mano.

Y cuando tomas esa mano —cuando oras, cuando abres la Biblia, cuando estás dispuesto a obedecer— Dios empieza a guiarte.

“Tu palabra es una lámpara a mis pies; es una luz en mi sendero.”
Salmo 119:105 (NVI)

Él puede que no te muestre el panorama completo.
Pero siempre te dará luz suficiente para el siguiente paso.

Y si sabes quién va contigo, no necesitas saber con exactitud a dónde vas.

¿Y si nunca lo descubro del todo?

La verdad es que probablemente no lo harás… al menos no completamente en esta vida.

Mucho de lo que Dios está haciendo contigo no lo verás ahora.
Lo verás con claridad en la eternidad.

Pero eso no debe paralizarte.
Significa que tu vida tiene un propósito más profundo de lo que puedes imaginar.

“Y todo lo que hagan, de palabra o de obra, háganlo en el nombre del Señor Jesús, dando gracias a Dios el Padre por medio de él.”
Colosenses 3:17 (NVI)

El propósito no siempre se ve espectacular.
A veces, se ve como fidelidad en lo cotidiano:
servir con amor, cuidar con paciencia, perseverar en lo escondido.

Ese también es propósito. Y es tan valioso como cualquier plataforma visible.

Conclusión: el propósito no es un destino, es una dirección

Dios no te pide que descubras tu propósito como quien desentierra un tesoro oculto. Te llama a caminar con Él.

Y en ese caminar —día tras día— tu propósito se revela.
No como un punto en el mapa, sino como una persona con la que vas de la mano: Cristo.

“Acérquense a Dios, y él se acercará a ustedes.”
Santiago 4:8a (NVI)

Tu propósito no es un logro. Es una relación.
Y si estás caminando con Dios, aunque haya cansancio, dudas o preguntas sin resolver, puedes descansar en esta certeza:

Estás exactamente donde necesitas estar para que Dios cumpla Su obra en ti.

Y eso, hermanos, es propósito.
Y es paz.

 


Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete y recibe las últimas entradas en tu correo electrónico.

Leave a Reply

Your email address will not be published. Required fields are marked *

Descubre más desde Christ Reigns Media

Suscríbete ahora para seguir leyendo y obtener acceso al archivo completo.

Seguir leyendo