El rol del Espíritu Santo en el creyente nuevo
Cuando alguien cree en Jesús y nace de nuevo,
Dios no lo deja solo para caminar en esta nueva vida.
Él nos da un regalo maravilloso y eterno: Su Espíritu Santo.
Muchos no entienden quién es el Espíritu Santo.
Algunos piensan que es solo una “fuerza” o “inspiración”,
pero la Biblia enseña algo mucho más profundo:
El Espíritu Santo es Dios mismo, habitando en nosotros.
¿Quién es el Espíritu Santo?
El Espíritu Santo es la tercera persona de la Trinidad:
- Dios Padre.
- Dios Hijo (Jesucristo).
- Dios Espíritu Santo.
No es una energía.
No es un sentimiento pasajero.
Es una Persona divina que guía, consuela y transforma al creyente.
Jesús prometió enviarlo después de su partida:
“Pero el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo lo que les he dicho.”
— Juan 14:26 (NVI)
El Espíritu Santo no es un recurso externo.
Es la presencia viva de Dios en cada creyente.
¿Qué hace el Espíritu Santo en nosotros?
- Nos convence de pecado.
Antes de conocer a Cristo, vivíamos siguiendo nuestros propios deseos.
El Espíritu Santo actúa en nuestro corazón para hacernos ver la necesidad de arrepentirnos.
“Cuando él venga, convencerá al mundo de su error en cuanto al pecado, a la justicia y al juicio.”
— Juan 16:8 (NVI)
El Espíritu no condena,
sino que nos muestra nuestro estado espiritual y nos invita a volver al Padre.
- Nos guía a toda verdad.
No caminamos a ciegas.
El Espíritu Santo nos enseña y nos recuerda las palabras de Jesús.
“Pero cuando venga el Espíritu de la verdad, él los guiará a toda la verdad.”
— Juan 16:13 (NVI)
Cuando lees la Biblia, cuando oras,
es el Espíritu quien ilumina tu entendimiento y te ayuda a aplicar la Palabra a tu vida.
- Nos da poder para vivir la vida cristiana.
Seguir a Cristo no es posible en nuestras propias fuerzas.
Necesitamos la ayuda constante del Espíritu para:
- Resistir la tentación.
- Amar como Jesús amó.
- Perseverar en la fe.
- Dar frutos espirituales.
“Recibirán poder cuando el Espíritu Santo venga sobre ustedes; y serán mis testigos…”
— Hechos 1:8 (NVI)
El Espíritu Santo nos capacita para vivir una vida sobrenatural,
una vida que refleja a Cristo.
- Nos consuela y fortalece.
La vida cristiana no siempre es fácil.
Habrá pruebas, luchas, lágrimas.
Pero el Espíritu Santo es llamado el Consolador,
porque está a nuestro lado en cada paso,
para darnos paz que sobrepasa todo entendimiento.
En los momentos de soledad,
cuando nadie parece entendernos,
el Espíritu Santo es nuestro amigo cercano,
nuestro refugio y fortaleza.
¿Cómo recibir y caminar con el Espíritu Santo?
Cuando crees en Jesús de corazón y naces de nuevo,
el Espíritu Santo viene a morar en ti.
“¿Acaso no saben que su cuerpo es templo del Espíritu Santo,
quien está en ustedes y al que han recibido de parte de Dios?”
— 1 Corintios 6:19 (NVI)
Pero luego, es necesario caminar diariamente en comunión con Él.
- Ora continuamente. Pídele al Espíritu que te guíe y te hable.
- Aliméntate de la Palabra. Él te recordará lo que lees y lo aplicará a tu vida.
- Sé sensible a Su voz. A veces, el Espíritu habla suavemente a tu corazón.
- No lo ignores. Escúchalo y obedece.
- No lo ignores. Escúchalo y obedece.
“Vivan por el Espíritu, y no seguirán los deseos de la naturaleza pecaminosa.”
— Gálatas 5:16 (NVI)
Una reflexión para ti
Hoy, no estás solo en este camino.
No caminas por tu cuenta.
El mismo Espíritu que resucitó a Jesús de entre los muertos vive en ti.
Hoy puedes pedirle:
“Espíritu Santo, enséñame, guíame, fortaléceme.
Quiero caminar contigo cada día.”
Y Él, fiel a la promesa de Jesús,
estará contigo siempre:
“Y yo estaré con ustedes todos los días, hasta el fin del mundo.”
— Mateo 28:20 (NVI)
¿Quieres conocer al Espíritu de verdad?
Sigue leyendo Juan (capítulos 14 al 16) y deja que Él te guíe a toda la verdad.