Biblia Católica vs. Biblia Protestante: ¿Por qué la diferencia?

¿Por qué la Biblia Católica tiene más libros que la Biblia Protestante?

Cuando alguien que viene de un trasfondo católico empieza a leer una Biblia cristiana evangélica —como la Reina Valera o la NVI—, rápidamente nota algo curioso:

La Biblia protestante tiene menos libros que la Biblia católica.

  • ¿Te has preguntado por qué?

  • ¿Quién decidió eso?

  • ¿De qué tratan esos “libros extra” que aparecen en las Biblias católicas?

Hoy vamos a explorar esta diferencia, con respeto, pero también con verdad.

¿Cuántos libros tiene cada Biblia?

  • La Biblia protestante tiene 66 libros:

    • 39 en el Antiguo Testamento.

    • 27 en el Nuevo Testamento.

  • La Biblia católica tiene 73 libros:

    • 46 en el Antiguo Testamento (añadiendo 7 libros más).

    • 27 en el Nuevo Testamento (igual que la protestante).

La diferencia está únicamente en el Antiguo Testamento.

¿Qué libros extra tiene la Biblia católica?

Estos libros “adicionales” se llaman deuterocanónicos (“segundo canon”).
Incluyen, por ejemplo:

  • Tobías.

  • Judit.

  • Sabiduría.

  • Eclesiástico (Sirácides).

  • Baruc.

  • 1 y 2 Macabeos.

  • (Y algunas partes adicionales en Ester y Daniel).

Estos escritos no forman parte del canon hebreo tradicional,
pero sí fueron incluidos en la Septuaginta, la traducción griega de las Escrituras hebreas utilizada por muchos judíos en la diáspora.

¿De dónde salieron estos libros?

Estos libros fueron escritos entre el siglo III a.C. y el siglo I a.C.,
en la época entre el Antiguo y el Nuevo Testamento.

  • Se escribieron mayormente en griego, no en hebreo.

  • Circulaban especialmente entre los judíos de la diáspora.

Cuando los judíos tradujeron su Biblia al griego en la famosa Septuaginta (aproximadamente en el siglo III a.C.),
incluyeron estos libros junto a los demás textos.

Sin embargo, no todos los judíos los aceptaban como inspirados.

  • Los judíos palestinos (los que vivían en Israel) rechazaban estos libros como Escritura oficial.

  • Los judíos de la diáspora (fuera de Israel) sí los utilizaban y los leían.

Jesús y los apóstoles, al citar las Escrituras, siempre usaron el canon hebreo,
sin incluir los deuterocanónicos en sus enseñanzas.

¿Cuándo se oficializaron en la Biblia Católica?

Durante siglos, la iglesia primitiva reconocía el Antiguo Testamento basado en el canon hebreo,
sin los deuterocanónicos.

Pero en el año 1546, en el Concilio de Trento,
la Iglesia Católica declaró oficiales estos libros como respuesta a la Reforma Protestante.

¿Por qué?
Porque los reformadores protestantes, como Martín Lutero,
insistían en usar solo los libros reconocidos por los judíos hebreos,
los mismos que Jesús y los apóstoles citaban.

Lutero consideró que los deuterocanónicos tenían valor histórico, pero no doctrinal,
y por ello los excluyó del canon oficial protestante.

¿Qué opinan los cristianos protestantes?

Los cristianos evangélicos consideran que:

  • Los deuterocanónicos son valiosos históricamente, pero no inspirados divinamente.

  • Son útiles para conocer parte de la historia judía,
    pero no se consideran Palabra de Dios porque:

    • No fueron escritos en hebreo como el resto del Antiguo Testamento.

    • Contienen elementos doctrinalmente cuestionables (por ejemplo, oraciones por los muertos en 2 Macabeos 12:45).

    • No fueron reconocidos como parte del canon oficial por el pueblo judío.

¿De qué tratan estos libros?

Brevemente:

  • Tobías: Historia de fe, familia y ángeles.

  • Judit: Relato heroico de una mujer que salva a Israel.

  • Sabiduría: Reflexiones sobre la sabiduría divina.

  • Eclesiástico (Sirácides): Consejos de vida moral y sabiduría práctica.

  • Baruc: Mensajes de arrepentimiento en tiempos de exilio.

  • 1 Macabeos: Relato histórico de la revuelta judía contra el imperio griego.

  • 2 Macabeos: Detalles de mártires judíos y luchas religiosas.

Son relatos interesantes,
pero no forman parte de la enseñanza doctrinal central del cristianismo evangélico.

¿Qué importa al final?

Más allá de las diferencias, lo que realmente importa es que:

  • La Palabra de Dios está viva, y apunta a Jesús.

Jesús mismo dijo:

“Entonces conocerán la verdad, y la verdad los hará libres.”
— Juan 8:32 (NVI)

Y también nos invitó:

“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso.”
— Mateo 11:28 (NVI)

La verdad de Dios no cambia.
Cristo es el centro.
Y las Escrituras, inspiradas por Dios, nos llevan a Él.

Una reflexión para hoy

Si tienes una Biblia en casa, no la mires como una reliquia.
Ábrela como una carta viva de Dios para ti.

Ya sea una edición católica o protestante,
te animo a enfocarte en los 66 libros reconocidos históricamente
por el pueblo de Dios y confirmados por Jesús y los apóstoles.

Lee con un corazón humilde
y busca a Cristo en cada página.

Dios no te dejará confundido si lo buscas con sinceridad.
La voz de Dios sigue hablando: fuerte, clara, eterna.

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