
Introducción: Cuando ya no te quedan fuerzas
Hay días en los que simplemente no damos más.
El cuerpo está cansado, la mente saturada, y el alma… desgastada.
A veces sentimos que lo hemos intentado todo y aun así no vemos frutos.
Otras veces estamos agotadas antes incluso de empezar.
Isaías 40:31 ha sido por generaciones un versículo de esperanza para quienes han llegado al límite.
Pero su mensaje no es sobre correr más fuerte, ni sobre fingir que estamos bien.
Es un llamado a esperar. A confiar. A depender. A renovar nuestras fuerzas en Dios, no en nosotros mismos.
Y eso, lejos de ser pasividad, es un acto de fe profundo y valiente.
Vamos a desglosarlo palabra por palabra para redescubrir lo que Dios nos quiere prometer y enseñar.
El versículo (NVI)
“Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas;
volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán,
caminarán y no se cansarán.”
— Isaías 40:31 (NVI)
Antes de entenderlo… necesitamos ubicarnos
Isaías escribe a un pueblo que está cansado, desgastado, lleno de preguntas.
Muchos se sentían olvidados por Dios (v.27).
Otros estaban perdiendo las fuerzas de tanto esperar una respuesta, una salida, una restauración.
Y Dios responde con una promesa que no depende de la energía humana, sino de la fidelidad divina.
Cuando desglosamos este versículo, entendemos que renovar fuerzas no es una emoción momentánea, sino una consecuencia directa de confiar activamente en Dios.
Desglose palabra por palabra
No se trata de complicar lo que Dios ya dijo claro, sino de mirar más de cerca.
Desglosar palabra por palabra nos permite escuchar con más nitidez ese mismo mensaje que sigue tocando el alma siglos después.
“Pero los que confían en el Señor…”
Hebreo: וְקֹוֵי יְהוָה (ve-qovéi Adonai)
- קֹוֵי (qovéi): del verbo qaváh, que significa “esperar con esperanza”, “anhelar con expectativa”, “tensar hacia adelante con confianza”.
No es una espera pasiva, sino una espera llena de fe, activa y expectante. - יְהוָה (YHWH): el Nombre sagrado de Dios, el Dios eterno, fiel, personal.
Este versículo no promete fuerza a cualquiera, sino a los que esperan en el Señor. No a los que hacen más, sino a los que confían más.
“renovarán sus fuerzas…”
Hebreo: יַחֲלִיפוּ כֹחַ (yajalífú koáḥ)
- יַחֲלִיפוּ (yajalífú): “cambiar, intercambiar, renovar”.
Implica soltar tus propias fuerzas agotadas y recibir nuevas fuerzas del cielo. - כֹחַ (koáḥ): “fuerza, poder, capacidad, energía vital”.
Dios no recarga tus fuerzas viejas, Él te da fuerzas nuevas cuando tú decides esperar en Él.
“volarán como las águilas…”
Hebreo: יַעֲלוּ אֵבֶר כַּנְּשָׁרִים (ya‘alú éver ka-nesharím)
- יַעֲלוּ (ya‘alú): “elevarse, ascender, remontarse”.
- אֵבֶר (éver): “alas”
- נְשָׁרִים (nesharím): “águilas”, símbolo de altura, perspectiva, fuerza y libertad.
El que espera en Dios recibe la capacidad de elevarse por encima de las circunstancias. No huye de los problemas, pero vuela con una perspectiva diferente: la que viene del cielo.
“correrán y no se fatigarán…”
Hebreo: יָרוּצוּ וְלֹא יִיגָעוּ (yarutsú ve-ló yigá‘u)
- יָרוּצוּ (yarutsú): “correrán”, implica avanzar con determinación, no rendirse.
- יִיגָעוּ (yigá‘u): “fatigarse, agotarse físicamente”.
Dios no siempre acorta el camino, pero te da fuerza para correrlo sin caer exhausto.
“caminarán y no se cansarán.”
Hebreo: יֵלְכוּ וְלֹא יִיעָפוּ (yelkhú ve-ló yiafú)
- יֵלְכוּ (yelkhú): “caminarán”, habla de rutina diaria, paso a paso, fidelidad constante.
- יִיעָפוּ (yiafú): “desfallecer, quedarse sin aliento”.
Dios no solo te da fuerzas para las grandes batallas,
también te fortalece para la fidelidad silenciosa del día a día.
Entonces, ¿qué nos dice realmente este versículo?
Después de entender cada palabra, escuchemos otra vez la promesa completa:
“Pero los que confían en el Señor renovarán sus fuerzas;
volarán como las águilas: correrán y no se fatigarán,
caminarán y no se cansarán.”
No es una motivación superficial.
Es una promesa firme para los que esperan en Dios con fe viva.
Y esta imagen de renovación y fuerza celestial se repite en muchos otros lugares. Veamos algunos.
Concordancia con otros pasajes
Salmo 27:14
“Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!”
La fortaleza nace de esperar con fe en Dios, no de acelerarse ni desesperarse.
2 Corintios 12:9
“Te basta con mi gracia, pues mi poder se perfecciona en la debilidad.”
Dios no espera que seas fuerte por ti mismo,
Él se glorifica cuando lo dejas ser tu fuerza.
Lamentaciones 3:25
“Bueno es el Señor con quienes en él esperan, con aquellos que lo buscan.”
La espera en Dios no es tiempo perdido.
Es donde se cultiva la fortaleza real.
Mateo 11:28–29
“Vengan a mí todos ustedes que están cansados y agobiados, y yo les daré descanso…”
Jesús no reprende a los cansados,
Él los invita a venir y recibir descanso para el alma.
Reflexión final
Isaías 40:31 es una promesa para los que se sienten agotados.
Pero no es una promesa para quien confía en su esfuerzo.
Es una promesa para quien decide rendirse al Señor y decir:
“Ya no puedo más… pero tú sí puedes en mí.”
Dios te invita hoy a soltar el control, a descansar en Él,
y a recordar que esperar en el Señor no es perder tiempo,
es renovar el alma.
¿Has estado luchando con tus propias fuerzas?
¿Sientes que ya no puedes más, y que tu fe está desgastada?
Hoy puedes hacer esta oración:
“Señor, estoy cansado. He intentado caminar solo y ya no tengo fuerzas.
Hoy quiero esperar en ti. Dame nuevas alas, nuevos pasos, nueva esperanza. Hazme fuerte otra vez. Amén.”